Las primeras SwimHolidays en Madalena han sido una auténtica aventura para los amantes de la natación en aguas abiertas, dejándonos un increíble sabor de boca y recuerdos imborrables. Este innovador concepto de vacaciones combina el placer de nadar en mares cristalinos con la exploración de algunos de los destinos más bellos y auténticos del Mediterráneo.

La experiencia comenzó con una visita a Castelsardo, un encantador pueblo costero de Cerdeña coronado por una antigua fortaleza. Disfrutamos de un recorrido que terminó nadando hasta un muelle donde pudimos deleitarnos con un inolvidable atardecer.

El segundo día estuvo dedicado a explorar las espectaculares islas de La Maddalena, un paraíso para los nadadores que aman el mar abierto. Rodeados de aguas turquesas y tranquilas, nadamos a lo largo de sus extensas costas, y más tarde nos sumergimos en la historia y el ambiente de la ciudad de Maddalena. Cada brazada nos acercaba más a la esencia de estas islas vírgenes, donde la naturaleza se encuentra en estado puro.

Pero la aventura no se detuvo ahí. Nos dirigimos hacia la isla de Lavezzi, ubicada frente a las costas de Córcega. Este santuario marino es conocido por sus aguas cristalinas y sus fondos marinos protegidos.

El broche de oro de nuestras SwimHolidays llegó con un emocionante reto: el cruce entre la isla de Spargiotto y la gran isla de Cerdeña, un recorrido de 4,5 km en aguas abiertas. Este trayecto no solo fue un logro físico, sino también una experiencia única de conexión con el mar y su inmensidad. Este cruce sirvió como el entrenamiento perfecto para el gran desafío que estaba por venir: el cruce del Estrecho de Bonifacio, una travesía legendaria que pone a prueba la resistencia y el espíritu aventurero de cualquier nadador.

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